Uno
“Después de las primeras horas el tiempo sufre una transformación peculiar: hay una especie de pausa mental y todo pierde sus límites reales, sobreviene un mareo, y luego la nada de la uniformidad de los pensamientos. El bloqueo no deja nada en pie; uno sólo puede encontrarse consigo mismo: en el mejor de los casos hay una preocupación por el futuro inmediato, lo cual da (innecesariamente) más tiempo.
Y después lo inevitable del tedio. Ese estado insobornable de eternidad ingrata que termina por convencernos de la inutilidad de la introspección. El encuentro con uno mismo queda tras la dolorosa realidad de saber que si no fuera por nosotros estaríamos mucho mejor.”
En esto estaba cuando se abrió la puerta del baño en el que había quedado encerrado.
Y vuelves y como siempre me atrapas con tu buen escribir. Corto relato y tan intenso que no adivino cómo puede lograrse.
Un abrazo
Siberia said this on noviembre 21, 2010 a 4:56 pm |
Todo se recicla… y muy bien rescatado está.
Salúdolo
Un tal Aon said this on noviembre 27, 2010 a 8:16 pm |